“… Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús…” (Ro.3:24).
La Redención significa “liberar mediante el pago de un precio”. El Nuevo Testamento muestra el cumplimiento por el sacrificio de Cristo de los tipos o símbolos y las profecías del Antiguo Testamento concernientes a la redención. La doctrina se presenta de manera completa en tres palabras que se traducen “redención”.
1. AGORAZO: “comprar en el mercado”.
Esta palabra implica la idea de un mercado de esclavos. Los que son el objeto de la redención están vendidos al pecado (Ro.7:14 “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado”) y se hallan bajo sentencia de muerte (Jn.3:18 “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”)
El precio de rescate es la sangre del Redentor que murió en lugar de ellos (Gál.3:13 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hechos por nosotros maldición…”).
2. EXAGORAZO: “comprar y sacar del mercado”, (finalidad de transacción).
Los redimidos no están ya expuestos, nunca más a la venta. El creyente en Cristo nunca más puede ser esclavo del pecado.
3. LUTROO: “soltar, poner en libertad mediante el pago de un precio”.
(Ro.8:21 “Porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios”). La redención se efectúa por medio de sacrificio y de poder. Cristo pagó el precio. Hay libertad por medio del precio de rescate con el fin de libertar a la persona de la esclavitud.
Jesucristo es nuestro Redentor porque con su sangre pagó el precio que el hombre debía y lo redimió de la condenación eterna. Cristo es Redentor del hombre salvando a quienes en Él confían.
¿Crees esto?
Abigail Rodés. Enero 2020.