Es curioso lo que le sucedió a aquel ciego de nacimiento (Juan 9) cuando Jesús le abrió los ojos. Todos le preguntaban: ¿Que te pasó? ¿Como te fueron abiertos los ojos? ¿Quien fue? ¿Pero aquel hombre es pecador?… la respuesta de que aquel hombre fue fascinante, no se quién es, no se si es pecador o no, sólo se que «antes era ciego y ahora puedo ver» (v.25).
Como cristianos no podemos probar a los escépticos que la cristiandad es verdadera, pero si podemos explicarles la razón por la que lo creemos. Esta canción nos muestra lo que experimentó aquel ciego, cuando se encontró por segunda vez con Jesús: creyó en Él, le reconoció como Señor y le adoró (v.38).
No somos nada, no merecemos nada pero la gracia del Señor se acercó, abrió los ojos de nuestro entendimiento y «ahora puedo ver».