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Abigail Rodés

Coca-Cola

febrero 26, 2023 by Abigail Rodés

La Coca-Cola es una bebida con un sabor inconfundible. Es refrescante, burbujeante. Se toma sola o en las comidas. Pero tiene unas condiciones de conservación: proteger de la luz solar, preservar de olores agresivos, conservar en lugar limpio, fresco y seco. Hay diferentes tipos de Coca-Cola según la cantidad de azúcar que contengan. Aunque al principio se etiquetaba como un jarabe y se vendía en la farmacia, ahora es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Es un fenómeno mundial y se vende en tiendas, restaurantes, bares, supermercados y máquinas expendedoras. Quizás te suenen eslóganes como este: “Si siempre intentas ser normal, nunca descubrirás lo extraordinario que puedes llegar a ser”.

Ser una persona “normal” ¿es perder tu propia identidad y autenticidad porque te limitas a copiar la vida de otras personas? ¿Es comportarse como marcan los cánones de la sociedad actual?

¿No te gustaría ser una persona excepcional, extraordinaria, singular? En fin… ¿un fuera de serie?

Pues, ¡lo eres! Dios así te hizo. Solamente que a veces nos desviamos del camino, nos apartamos de Dios y nos volvemos personas corrientes, mediocres, o “normales”. La vida, a veces se parece a la Coca-Cola. Si no cuidamos nuestra vida espiritual, moral, física, sentimental, profesional, intelectual, personal, familiar, etc, se puede volver “light”. Y si no explotamos nuestros dones, talentos, recursos que Dios nos ha dado para poder aportar algo de beneficio y bendición a los demás, nuestra vida pasará a ser “zero”.

Dios nos ha dejado aquí para tener una vida que trascienda, para dejar huella. No te conformes con ser una persona “normalita”. Ni menos “light” o “zero”.

¡Con Cristo tenemos una vida de victoria! ¡Úsala!

Al igual que hay diferentes tipos de Coca-Cola según el contenido de azúcar, hay diferentes tipos de personas según sea su relación personal con Dios. ¿Eres ateo, creyente, indiferente, siervo, discípulo, adorador, buscador de la verdad? ¿Cuál eres tu?

Ser creyente, aceptar a Jesús como Salvador y Señor personal es como injertar nuestra vida con la vida de Cristo, haciendo posible para nosotros los frutos de Dios mismo. La experiencia de la fe es un ejercicio diario en nuestra vida. No cabe la pasividad, la indiferencia o el pasotismo. ¿Tu vida es como la Coca-Cola que refresca a otros? ¿Tu vida es como la Coca-Cola, burbujeante, fervorosa, vibrante, dinámica? ¿Qué compartes con los demás?

“Lo que hemos visto y oído, no lo podemos callar. Lo que hemos contemplado y tocado con nuestras manos… eso testificamos y os anunciamos”. Que así sea.

Abigail Rodés. Febrero 2023

Publicado en: Reflexiones

Myyuca de Brasil

febrero 26, 2023 by Abigail Rodés

Una historia misionera para niños pequeños

En la selva de Brasil en Sudamérica vive Myyuca. Su nombre a nosotros nos parece raro, pero para él no lo es. Allí en la selva es un nombre muy común.

Myyuca es un niño indígena. Tiene los ojos negros y el pelo negro, lacio y largo. En su tierra los niños no se cortan el cabello. Hace mucho calor donde vive y por eso usa muy poca ropa. En los árboles, cuyas copas alcanzan gran altura, viven monos bulliciosos y pájaros de muy bellos colores. El papá de Myyuca no necesita hacerle un columpio. Myyuca se mece en los fuertes bejucos (plantas tropicales) que cuelgan de las ramas de los árboles. Empieza impulsándose suavemente con los pies, y termina volando por el aire. ¡Qué momentos más felices los que Myyuca pasa columpiándose en los bejucos!

La casa de Myyuca es muy grande. La construyó su papá. Primero clavó unos fuertes y gruesos palos en la tierra. Hizo el techo con otros palos y los cubrió con paja. Desde afuera la casa parece un montón de paja. No tiene ninguna ventana, pero sí tiene dos puertas, una cada lado. Toda la casa es un cuarto grande.

La casa tiene que ser grande porque viven en ella muchas personas. Myyuca, su papá, su mamá y todos sus primos, tíos y tías viven en la misma casa. La familia de Myyuca se acuesta temprano todas las noches. Usan hamacas en vez de camas. Cuando oscurece, Myyuca se sube a su hamaca para dormir.

La mamá de Myyuca les hace la comida. Raspa las raíces de la yuca (mandioca) hasta hacer una masa fina. Luego extiende la masa sobre todo el comal (plato llano de barro cocido) para hacer una tortilla grande, del tamaño del círculo que se hace extendiendo los brazos y toqueteando con la punta de los dedos. Se cocina hasta que se dore de un lado y después se le da la vuelta para que se cueza del otro lado.

La familia de Myyuca come huevos que las tortugas ponen en la arena. También comen pescado cuando su papá lo trae del río. Comen pájaros y carne de mono cuando su papá los caza en la selva.

Para conseguir carne para su familia, el padre de Myyuca sale al río o a la selva. Cuando sale de cacería, o al río lleva su arco y sus flechas para cazar monos y pájaros. Se para en su canoa en las aguas turbulentas y espera ver pasar algún pez. Cuando ve alguno, de pronto le lanza una flecha. El pez herido mueve su cola de un lado para otro y por último sale a la superficie con la flecha todavía en su cuerpo. El padre de Myyuca acerca la canoa hasta el pez. Lo saca del agua, y lo lleva a casa para que la mamá lo cocine sobre el fuego.

A Myyuca le gusta acompañar a su papá al río. Le ayuda a buscar los peces. ¡Y qué contento se siente cuando puede comer pescado asado!

Myyuca está aprendiendo a usar su arco y sus flechas como lo hace su papá. Su arco es grande y fuerte, y la afilada punta de sus flechas está hecha de hueso de mono. Sigue muy cuidadosamente a su papá mientras camina entre los árboles con pasos tan suaves que ningún animal lo puede oír. Ve como su papá escucha con toda atención y mira alrededor hacia las copas de los árboles y sobre el suelo. Myyuca está aprendiendo a hacer lo mismo, y lo sigue por entre los árboles sin hacer ningún ruido, caminando con cautela como lo hace su papá.

Él le enseñó que en muchos de los animales, de las plantas y de los árboles hay espíritus que no se pueden ver, pero que le pueden hacer daño a una persona si no les agrada. Su papa también le enseñó que no se debía lanzar ninguna flecha a los venados, porque, según decía, los venados son espíritus buenos y dioses que se deben adorar.

Un día Myyuca se puso muy enfermo. Tenía mucha fiebre. Su papá llamó al médico brujo. ¡Qué cara más fea tenía el hombre! Myyuca se asustó al verlo. Tenía todo el cuerpo pintado con colores brillantes y llevaba plumas en la cabeza. Llevaba en las manos sonajeros hechos de calabazas y plumas. Cuando el brujo vio al niño enfermo, hizo chasquear los sonajeros e hizo ruidos muy fuertes y feos. Danzó alrededor del niño gritando: “Estoy tratando de espantar al espíritu malo que está en Myyuca y que le ha causado esta enfermedad”. Después arañó todo el cuerpo del niño con un afilado diente de pescado, hasta sacarle sangre, esperando que por alguna de las heridas saliera el espíritu malo. No sabía que la fiebre del niño había sido causada por la picadura de un mosquito, y no por un espíritu malo.

Cuando Myyuca se sintió mejor, volvió a salir con su papá al río a pescar con su arco y sus flechas. Un día su papá lo llamó: “Myyuca, ¡ven a ver!” Se quedaron en la orilla del río, escondidos detrás de los árboles, asomando sus cabezas para mirar. Myyuca vio en el río una gran canoa conducida por algunos hombres de su propio pueblo. Y en la canoa, un hombre extraño sentado. Myyuca nunca había visto a un hombre vestido como ese señor. “¿Quién será ese hombre tan singular?”, le preguntó Myyuca a su papá.

“En los pueblos lejanos de nuestra selva, hay muchos hombres que se visten así”, le contestó su papá. “Oí decir que algunos de ellos venían para hablarnos de su Dios. Pero nosotros no necesitamos saber acerca del Dios de esa gente. Tenemos nuestros propios dioses: los espíritus en los árboles, en el aire y en los animales. Les tenemos miedo a nuestros dioses, porque nos pueden hacer daño, así es que no queremos oír de más dioses”.

El hombre que llegaba en la canoa era misionero. Entró en el pueblo de Myyuca y visitó su casa. Todos sus tíos, primos y primas se acercaron para escuchar al hombre. Myyuca también quería oírle. “Hay solamente un Dios verdadero”, decía el hombre. “Este gran Dios está en el cielo. Nos ama y envió a su Hijo para morir por nuestros pecados. Este Dios no quiere que mintamos, que robemos o nos engañemos unos a otros, sino que nos amemos y hagamos bien a todos. Si creemos en Él, nos perdonará nuestros pecados y nos ayudará a hacer el bien”.

“Mi papá no cree lo que mi mamá dice”, pensó Myyuca, “y ella no le cree a él, porque no dice la verdad. Y yo a veces he mentido también. Esto no agrada al Dios de amor. Creo que nosotros debemos obedecer a este Dios en lugar de obedecer al médico brujo. ¡Qué feliz estoy de que el misionero haya venido a contarme acerca del Dios verdadero”.

Cuando el papá de Myyuca quiere hacer una nueva canoa, se sube a un árbol y corta la corteza para que se abra. Luego, quita un pedazo grande y lo baja. Le amarra los dos extremos con unos bejucos para que al secarse tenga la forma necesaria para flotar en el agua. Después corta remos de madera blanda de otro árbol. Myyuca ya tiene su propio remo. Cuando tenga diez años, su papá le dará su propia canoa. Un día, cuando su papá estaba haciendo una nueva canoa, llegó el misionero para hablar con él. Le dijo: “Dios mandó al Señor Jesús, su Hijo, a la tierra hace muchos años para ser su Salvador”.

“Magnifico, magnífico”, dijo el papá de Myyuca cuando oyó lo que el hombre decía.

“Sí”, contestó el misionero. “Jesús es el magnifico Salvador”.

¡Cómo se asustó Myyuca un día al ver una caja que hablaba! El misionero la había traído al poblado. Algunos de sus amigos salieron corriendo y se escondieron entre los árboles cuando empezaron a salir los primeros sonidos de la caja. Pero Myyuca se quedó escuchando. Nunca había oído una radio o un tocadiscos y le interesaba escucharlo.

Cuando oyó las palabras en su propio idioma, ¡qué contento se sintió! Se acercaron muchas personas para oír. La voz que salía de la caja estaba contando acerca de Dios, que hizo la selva, los animales y la gente. Decía que este Dios había mandado a su Hijo Jesús para ser el Salvador del mundo.

Todos escucharon con mucha atención. Algunos dijeron: “Yo quiero que Jesús sea mi Salvador”. Myyuca, su papá y su mamá también lo dijeron.

Myyuca no se cansaba de escuchar al misionero contar cómo el Señor Jesús vino a la tierra, cómo murió y resucitó.

A veces mostraba bonitas láminas al contar las historias bíblicas. Tanto los hombres y las mujeres como los niños se acercaban a escuchar. Pero cuando venía una tormenta, todos se iban a casa. Entonces el misionero no podía seguir mostrando las ilustraciones.

“Necesitamos un techo bajo en el que podamos aprender acerca de Dios”, dijo el misionero a la gente.

La gente que ama a Dios quiere tener un lugar donde pueda aprender acerca de Él. Ellos traen sus ofrendas para hacerlo.

“Construyamos un templo”, dijeron todos. “Traeremos nuestras ofrendas y lo construiremos nosotros mismos. Entonces la lluvia no nos impedirá seguir escuchando. Queremos aprender más acerca de Dios y de su Hijo, el Señor Jesús”.

Todos los creyentes del poblado de Myyuca ayudaron a construir el templo en la selva. Primero, los hombres colocaron gruesos postes en la tierra. Luego aseguraron otros postes horizontales sobre ellos y los cubrieron con paja.

El misionero les enseñó a hacer paredes de barro. Las mujeres ayudaron trayendo agua del río. Los hombres mezclaron el barro y cubrieron los postes de los lados de la iglesia. El barro se secó muy rápidamente con el aire. Las paredes quedaron lisas y duras.

Myyuca también quiso ayudar a construir el nuevo templo. Trajo montones de paja para que los hombres los pusieran en el techo. Quería que hubiera suficiente paja para que la lluvia no traspasara.

Todos dijeron: “Nuestra iglesia es nuestra ofrenda para el Señor Jesús”.

¡Qué diferente es el pueblo de Myyuca desde que la gente oyó por primera vez del Dios de amor! Muchos de los hombres y mujeres, niños y niñas, aman al Señor Jesús y quieren agradarle. Están aprendiendo a amarse los unos a los otros y a decir la verdad. Están aprendiendo lo que dice la Biblia, y quieren obedecer a Dios. Ahora usan ropa. Cantan y oran en la iglesia. A Myyuca le gusta cantar “Cristo me ama”. El ama mucho a Jesús.

FIN

Abigail Rodés. Febrero 2023

Publicado en: Reflexiones

Las tentaciones de Jesús

enero 17, 2023 by Abigail Rodés

“Y luego (después del bautismo de Jesús), el Espíritu le impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto 40 días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían” Marcos 1:12-13

Después de recibir el bautismo de Juan en el Jordán, Jesús se retiró al desierto donde ayunó durante 40 días y fue tentado por Satanás. Podemos leerlo en Mateo 4:1-11 y en Lucas 4:1-13.

Ambos evangelistas describen tres tentaciones, y Lucas presenta la segunda y la tercera en orden distinto a Mateo. La idea del diablo era que Jesús sucumbiera a las diferentes tentaciones y así poder destruirlo o hacer imposible su misión en la tierra. Marcos solo comenta de pasada el cuidado que el Padre tuvo con Jesús con la protección y el servicio de los ángeles. La serpiente engañó al primer Adán en el Huerto del Edén y cayó; e intentó engañar al segundo Adán en el desierto, con diferente resultado. Y sigue tentándonos a todos en toda ocasión, oportunidad, lugar, tiempo y condición. No podemos desafiar al diablo a tentarnos. Mientras no cedamos a nuestras tentaciones solo serán aflicciones, dolor, tristeza, pero no pecado. ¡No bajemos la guardia! Si nos salimos del camino, nos ponemos fuera del amparo de Dios. Podemos esperar de Satanás que nos tiente, pero podemos esperar de Dios su adecuado auxilio.

“Acerquémonos, pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” Hebreos 4:16

Jesús estaba en el desierto y llevaba muchos días sin comer, estaba ayunando escuchando lo que el Padre le decía. De pronto, apareció el diablo para decirle que no había razón para que tuviera hambre. Simplemente debía coger unas piedras, y convertirlas en pan… Una proposición tentadora a la que Jesús no hizo caso porque sabía que Satanás estaba tratando de que él hiciera algo incorrecto. En la segunda tentación, Jesús sabía que era desacertado retar a Dios de esa manera y le contestó: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”. 

Tentación tras tentación, Jesús recordó a Satanás lo que las Escrituras dicen y así resistió y aguantó la seducción.

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” Hebreos 4:15

Jesús enfrentó las tres tentaciones utilizando como arma la Palabra de Dios. Ésta es para nosotros también el arma más efectiva. Debemos aprender a decir “NO” a cualquier tentación. Cuando somos puestos a prueba, Jesús nos comprende, se compadece y nos ayuda.

Las tentaciones de Jesús siguen tres patrones que son comunes a todos los hombres y mujeres:

1. Los deseos de la carne (incluye toda clase de pasiones físicas). Dejarse llevar por los instintos, apetitos, sentidos… es hacer en todo momento lo que me apetece.

2. El orgullo y la arrogancia de la vida. Olvídate de Dios y adora al ídolo para cumplir tus deseos de dominio y poder.

3. El deseo de los ojos. Realiza un acto espectacular, demuestra que tienes a Dios en el bolsillo y todos te ensalzarán.

Los evangelistas citan las tentaciones en un momento y lugar determinado, pero dejan claro que fueron una constante en su vida: ej. Mt. 27:40 “Si eres Hijo de Dios, (= que en las tentaciones) desciende de la cruz” “El diablo se marchó hasta otra ocasión”; “se apartó de él por un tiempo” (Lucas 4:13)

ORACIÓN: 

Gracias Señor porque no permitirás que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar o resistir. (1ª Corintios10:13). Ayúdanos en nuestra batalla espiritual para salir victoriosos en cualquier tentación.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Las artimañas son trucos o manipulaciones de Satanás para engañarnos. Son ideas astutas que usa para atraparnos y hacernos caer: amenazas, intimidación, mentiras, tentaciones…

Una artimaña es una maniobra engañosa o fraudulenta para conseguir algo: trampas, engaños, sutilezas, tretas…

Ejemplos:

1. Desafiar la Palabra de Dios.

2. Desafiar nuestra identidad.

3.Torcer las Escrituras.

4. Intentar persuadir para actuar según la carne y no según el Espíritu.

5. Ofrecer alternativas “razonables” a la obediencia a Dios. Nos muestra “otro camino” para que no hagamos la voluntad de Dios.

A Satanás no se le permite tomarnos por la fuerza por eso utiliza toda su astucia para persuadirnos a pecar.

ANTÍDOTOS: Oración, ayuno, retirarnos al desierto, meditar y aprender la Palabra.

Citas a tener en cuenta: Ef. 6:11/ Ro.16:20 / 1 P. 5:8 / 1Jn.3:8 / Stg.4:5,7/ Mt.6:13 / Ef.4:14,26,27

Abigail Rodés. Enero 2023

Publicado en: Reflexiones

Fes ploure

enero 17, 2023 by Abigail Rodés

«A la setena, el servent va dir:

– Hi ha un núvol petit com el palmell de la mà que puja del mar» 1 Reis 18:44.

A la setena vegada!

Elies orava demanant pluja postrat a terra amb el rostre entre els genolls. I va ordenar al seu criat Acab que mirés cap al mar per si veia arribar la pluja per set vegades.

El profeta va pujar al cim del Carmel on Déu va manifestar la seva Glòria revelant-se com l’únic i veritable Déu, quan es va enfrontar als profetes de Baal.

De nou, va pujar al cim Carmel per clamar per pluja (feia tres anys que la terra no rebia aigua). 

Cal pujar a la muntanya per clamar Déu, i tornar a clamar, i clamar fins i tot per set vegades, per rebre la benedicció del Senyor.

Que la nostra vida estigui plena de gratitud a Déu i no desistim a les nostres oracions. A la insistència podem veure com es revela la Glòria de Déu. 

Tant de bo que en aquest any nou 2023 puguis mantenir-te a la muntanya de Déu i Ell et permeti veure a la teva vida aquest petit núvol primer que anuncia que ve una gran pluja després.

Durant aquest nou any 2023 prega de forma persistent per allò que tant estàs esperant…

Jo veig un petit núvol… aquest és el senyal!

«El cel s’anà enfosquin amb núvols que el vent portava, i caigué un gran xàfec» 1Reis 18:45.

Allò que semblava una cosa insignificant, un petit núvol, Déu es va encarregar de convertir-lo en una gran pluja.

Com diu la cançó… «Fes ploure, fes ploure,

                                  Obre les portes del cel i fes ploure sobre mi»

PREGÀRIA:

Senyor fes ploure sobre les nostres vides, sobre els nostres fills i família, sobre la teva Església, sobre la nostre nació.

Et preguem que obris les portes del cel perquè descendeixin pluges de benedicció.

Fes ploure, Senyor!

En el teu nom sant.  Amén.

Abigail Rodés. Gener 2023

Publicado en: Reflexiones

Ho saps Maria?

diciembre 23, 2022 by Abigail Rodés

Hi ha una cançó nadalenca americana escrita per Mark Lowry en 1984 i musicada per Buddy Green l’any 1991 que li explica a Maria qui és el seu bebé. Pentatonix és un del grups que entona aquesta cançó (Mary, did you know?). Es titula «Ho saps, Maria?».Ve a dir…

Ho saps, Maria que el teu nadó caminarà un dia per les aigües?

Ho saps, Maria que el teu nadó obrirà els ulls a qui no pot veure?

Ho saps, Maria que el teu nadó ens llibertarà?

Ho saps, Maria que el teu nadó amb la seva mà aturarà tempestes?

Ho saps, Maria que el teu nadó farà que els sords escoltin i els morts visquin?

Ho saps, Maria que el teu nadó farà que els muds s’aixequin i cantin lloances a Déu?

Ho saps, Maria que el teu nadó és el Creador del cel i de la terra?

Saps, Maria que el teu petitó que dorms als braços és el Salvador?

Saps, Maria que el teu petitó és el Gran JO SÓC?

Saps, Maria que el teu petitó és el Senyor de l’Univers?

Saps, Maria que el teu petitó és l’Anyell perfecte del cel?

Saps Maria que quan mires el seu rostre, estàs veient a Déu?

Saps Maria que quan fas un petó al teu petitó, beses el rostre de Déu?

Saps Maria que el teu petitó et salvarà?

Saps Maria, que el teu petitó és el Mesies, el Verb, el Crist?

«Tothom que ho sentia quedava meravellat del que deien i Maria guardava tot això en el seu cor i ho meditava» (Lluc 2:18-19)

BON NADAL!

Abigail Rodés. Desembre 2022

Publicado en: Reflexiones

Los 4 cánticos evangélicos

diciembre 10, 2022 by Abigail Rodés

Ni “Arre Borriquito”, ni “Los peces en el río” ni “La Marimorena”. Tenemos en el Evangelio de Lucas los 4 cánticos evangélicos que NUNCA se cantan en nuestras iglesias: El Magníficat, El Benedictus, el Gloria in excelsis Deo y el Nunc Dimittis.

Muchas canciones y villancicos se escuchan en estos días, para todos los gustos y para todos los intereses.

No cantamos para ganarnos el aguinaldo o por construir un mundo más justo y solidario. Cantamos para dar gloria a Aquel que se humilló y se hizo como uno de nosotros por amor, para darnos Salvación.

No se trata de tener una lista de villancicos para “alimentar la fe” en estos días. Se trata de adorar “al único y sabio Dios, nuestro Salvador. A Él toda la gloria y majestad, imperio y poder, ahora y por todos los siglos. Amén”. (Judas versículo 25).

1. El Magníficat. Lucas 1:39-56 (RVR60)

María y Elisabet esperaban hijos que serían altamente bendecidos, felices, honrados y queridos por Dios. 

María, animada por el discurso de su prima y bajo la influencia del Espíritu Santo, prorrumpe en alabanza a Dios, con gozo y gratitud, sorprendida por ser ella la bienaventurada madre de Jesús. Leamos su hermosa oración:

“Enaquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor. Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen. Hizo proezas con su brazo; Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes, Y a los ricos envió vacíos. Socorrió a Israel su siervo, Acordándose de la misericordia De la cual habló a nuestros padres, Para con Abraham y su descendencia para

siempre”.

2. El Benedictus. Lucas 1:67-80 (NVI castellano)

Zacarías pronuncia una profecía acerca del reino y la salvación del Mesías. Sacerdote recto, padre de Juan el Bautista quien fue precursor del Señor Jesús. Un precioso canto:

“Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó:«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo. Nos envió un poderoso Salvador en la casa de David su siervo (como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas), para librarnos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos aborrecen; para mostrar misericordia a nuestros padres al acordarse de su santo pacto. Así lo juró a Abraham nuestro padre: nos concedió que fuéramos libres del temor, al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos con santidad y justicia, viviendo en su presencia todos nuestros días. Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para prepararle el camino. Darás a conocer a su pueblo la salvación mediante el perdón de sus pecados, gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios. Así nos visitará desde el cielo el sol naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».El niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel”.

3. Gloria in excelsis Deo. Lucas 2:13-15 (RV2020)

Los ángeles fueron los heraldos del recién nacido Salvador. La buena voluntad de Dios para con todos los hombres se manifestó con el nacimiento de Jesús. Aún hoy proclamamos esta buena noticia: nos ha nacido un Salvador, Cristo el Señor. El pasaje bíblico lo narra así:

“Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios y decían: —¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz entre los hombres que gozan de su buena voluntad! Sucedió que cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: —Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a conocer”.

4. Nunc Dimittis. Lucas 2:21-35 (LBLA)

Al final de su cuarentena, María fue al Templo a ofrecer los sacrificios establecidos para su purificación. Jesús como primogénito, debía ser presentado al Señor, y ser redimido conforme a la Ley. Allí estaba el anciano Simeón que tomó al niño en sus brazos y alabó a Dios así:

“Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno. Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón que abra la matriz será llamado santo para el Señor), y para ofrecer un sacrificio conforme a lo dicho en la Ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por Él el rito de la ley, él tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo:Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz de revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel.Y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de Él se decían. Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este Niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción(y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones”.

La Navidad es un buen tiempo para adorar al Rey. La nota favorita de Dios es el sonido de tu oración. La música debe hacer saltar el fuego de la adoración en todo ser humano. Quien no disfruta la adoración no sabe a quien adora. 

“Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia… fortaleza mía, a ti cantaré” (Salmo 59:16,17). “Cantaré a Jehová que me ha hecho bien” (Salmo 13:6). Amén.

¡Feliz Navidad!

Abigail Rodés. Diciembre 2022.

Publicado en: Reflexiones

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