Este Salmo muestra algunas semejanzas con el 56. Además los vv. 7 a 9 se repiten prácticamente en el Salmo 108 (que también repite los versículos 5 al 12 del salmo 60). El salmista, en un peligro grave, ejerce su fe en Dios y le alaba por su respuesta.
A. Clamor y confianza, vv. 1-3
“Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos. Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece. El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad.”
La repetición de la expresión “Ten misericordia de mí” nos habla de la urgencia con la que David elevaba la oración. E inmediatamente añade como base de su petición la expresión “Porque en ti ha confiado mi alma”. Es decir se dirige a Dios como digno de total confianza, en quien puede descansar. Sabe que puede clamar al Dios Altísimo y nos da a entender quien es ese Dios. Bastantes salmos dicen mucho acerca de la persona de Dios. El salmista sabe que Dios tiene poder sobre toda su creación, aun sobre las galaxias más lejanas. Pero a su vez, este mismo Dios se interesa en cada uno de sus hijos. La expresión “me favorece” nos dice que Dios tiene especial cuidado en la vida de David; quien acaba diciendo “Él enviará desde los cielos y me salvará”. Su cualidad de Altísimo no anula el cuidado que Dios brinda a cada persona. Misericordia y verdad (que a veces pueden traducirse como fidelidad) se usan juntas muchas veces para mostrar la relación que Dios tiene con su pueblo.
B. Los enemigos y el lamento, vv. 4-6
“Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda. Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria. Red han armado a mis pasos; se ha abatido mi alma; hoyo han cavado delante de mí; en medio de él han caído ellos mismos.”
En el v. 4 vemos la terrible persecución que sufre David, De nuevo no solo se enfrenta a peligros físicos sino también a la calumnia, a la falsa interpretación de sus palabras, con el único propósito de destruirlo. Y es en medio del peor peligro cuando el salmista ejerce su fe en Dios y le alaba. “Exaltado seas” es un grito de victoria y a la vez un arma contra el enemigo. El v. 6 sigue explicando las acechanzas del enemigo. Pero, como a menudo sucede, los malos caen en sus propias trampas.
C. Alabanza por la victoria, vv. 7-11
“Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; cantaré, y trovaré salmos. Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; me levantaré de mañana. Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; cantaré de ti entre las naciones. Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad. Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria.”
Esta última estrofa es un cántico de alabanza. En el v. 6, los enemigos quieren doblegar su alma, pero el salmista está firme en su fe. Dios pide a cada creyente que esté firme en la fe aun frente a peligros, amenazas y maldades. El resultado es alabanza (cf. v. 5). Despierta (v. 8) aquí es una especie de automandato. La fe va creciendo; el salmista piensa en quien es Dios; decide confiar en Él; también se auto-exhorta a ejercer más la fe cuando alaba a Dios. David está tan deseoso de alabar a Dios que con su canto despertará al alba: “me levantaré de mañana”. El que experimenta la victoria de Dios quiere que los pueblos y las naciones también conozcan y glorifiquen a Dios (v. 9). En el v. 10 se usa misericordia y verdad de nuevo, esta vez en líneas paralelas. El estribillo del v. 5 se repite (v. 11) destacando la confianza y la victoria. El salmista desea la gloria de Dios porque ama a Dios, para que otros le conozcan, y porque Dios usa la alabanza para destruir la oposición.
Las palabras de este salmo siguen siendo apropiadas para el día de hoy. En cualquier situación, podemos clamar por la misericordia de Dios, pues Dios es el Dios de amor; no en vano así lo revela a través de la Biblia.
La fe en Dios es la llave para todo lo que Él quiere darnos. El quiere que confiemos y promete que si creemos, hará lo que le pedimos. En medio de las circunstancias más adversas Dios enviará su misericordia y su verdad y responderá, al igual que respondió a David.
Notemos que la figura de “la sombra de tus alas” (v. 1) se usa a menudo para hablar del refugio seguro que es confiar en Dios.
Debemos estar dispuestos a exaltar y alabar a Dios en medio de cualquier situación adversa. David, antes de recibir la respuesta a su oración, ya estaba alabando a Dios por su misericordia. Es algo que debemos tener en cuenta antes de instalarnos en la queja perpetua. Solo la alabanza a Dios libera nuestro espíritu de la oscuridad, porque dejamos de mirarnos a nosotros mismos y a nuestros problemas y miserias y enfocamos nuestra mirada en nuestro Dios y Salvador, el único merecedor de toda nuestra adoración y a quien debemos tributar gloria y honra perpetuamente.
Ferran Cots, noviembre 2019.