Se conoce como viernes negro (en inglés, Black Friday) al día que inaugura la temporada de compras navideñas con importantes rebajas en muchos comercios. Es un día después del día de Acción de Gracias en Estados Unidos, es decir, se celebra el día siguiente al cuarto jueves del mes de noviembre. En los últimos tiempos, esta costumbre se ha extendido a multitud de países, y el nuestro no es una excepción.
Pero, ¿cuál es el origen de este día?
Existe un bulo en Internet que relaciona este día con la venta de esclavos en los Estados Unidos. Pero la realidad es que el Black Friday no tiene nada que ver con la esclavitud. Existe información en Internet que desacredita ese origen, ya que no tiene absolutamente ninguna credibilidad.
Entonces, ¿de dónde proviene el término?
La versión que se conoce hoy en día se originó en Filadelfia, donde se usó para describir el denso tráfico de gente y vehículos que abarrotaba las calles de la ciudad el día siguiente al de Acción de Gracias. De hecho era el pistoletazo de salida para las compras navideñas, incentivadas por los sustanciosos descuentos ofrecidos exclusivamente aquel día. Este término, Black Friday, se empezó a utilizar alrededor del año 1961 entre la policía de Filadelfia, extendiéndose luego al resto de los estados a partir de 1975. Y actualmente se celebra en muchos otros países.
Existen otras explicaciones alternativas, refiriéndose el término “negro” a las finanzas de los comercios que, gracias a las ventas masivas de ese día, pasaban de números rojos a negros gracias al superávit. También hay otras teorías sobre el origen de este término, pero ninguna apunta a la esclavitud, sino a anécdotas económicas.
Como cada viernes después de Acción de Gracias, los comercios ofrecen descuentos en sus productos. Una especie de rebajas de un día de duración. Y, así, como cada Black Friday, las redes vuelven a llenarse de mensajes que relacionan el nacimiento de este día de descuentos con la venta de esclavos negros. Algunos han argumentado que el nombre de este día proviene de que el día después de Acción de Gracias los comerciantes de esclavos los vendían con descuentos. Nada más lejos de la realidad.
Sin embargo hemos de reflexionar sobre el exagerado consumismo que se produce ese día (y otros del resto del año, por supuesto). Aunque el Black Friday no tiene nada que ver con la esclavitud, como algunos pretenden, la verdad es que esclaviza a muchísima gente a un consumismo desenfrenado. Pero esto no es exclusivo de esta fecha. A lo largo del año, ya sea en períodos de rebajas, ofertas puntuales o creando una necesidad muchas veces inexistente, la sociedad, las personas, se convierten en esclavas de lo puramente material. Es la época del tanto tienes, tanto vales.
Solo hay una forma de liberarse de esta esclavitud, cuyo origen es el pecado que aparta al hombre de una verdadera relación con Dios. Jesucristo dijo: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
Aceptemos pues esa libertad que Cristo nos ofrece y no nos dejemos arrastrar por esta forma de vida tan artificiosa y materialista que domina a la sociedad.
Ferran Cots, noviembre 2021.