Hoy en día el pueblo de Dios necesita una nueva Reforma, volver de nuevo a los orígenes del cristianismo, necesita oír de nuevo lo que dijera el profeta «Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve» (Isaías 43:11). Todavía hoy algunos creen que hay que combinar la fe con las obras para ser digno de salvación. Y muchas más enseñanzas erróneas. Quizás repasar las 5 solas de la Reforma nos lleve a preservar la verdad esencial del Evangelio.
1. «Sola Scriptura» La escritura sola
2. «Solus Christus» Cristo solo
3. «Sola gratia» La gracia sola
4. «Sola fide» La fe sola
5. «Soli Deo gloria» A Dios solo la gloria
La Escritura es la única autoridad infalible para la fe y la práctica. Cristo en su persona y obra es el único Salvador. Solamente la gracia soberana de Dios da la salvación. La fe es lo único que nos une a Cristo y mediante el cual recibimos todos sus favores, bendiciones y beneficios. Todo el propósito de la salvación se resume en dar toda la gloria solo a Dios.
Durante la Reforma protestante, la gente buscaba recibir palabra de Dios al igual que lo recibieron patriarcas y profetas. Martín Lutero, Juan Calvino y otros reformadores proclamaron que solo en la Biblia podemos encontrar esa revelación. En la Biblia tenemos todo lo necesario para saber quién es Dios, cómo obedecerle y servirle. Por eso hay que leer, conocer, estudiar tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento. Mientras muchos intentan ganarse el cielo de muchas maneras, la Biblia nos dice una y otra vez: la salvación es solo por gracia, por medio solo de la fe, solo en Cristo, para que solo Dios tenga toda la gloria.
Es un gran privilegio tener la Biblia en nuestro propio idioma, la misma voz de Dios que nos habla en un lenguaje que podemos entender. La misma lengua que nos dice cómo podemos ser salvos, por qué, y que es lo que Dios espera de nosotros. No todos entienden que solo Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres y que sin Él no tenemos ninguna esperanza. Un salvador justo que cargó con mi pecado en la cruz; solo su persona y su obra en el Calvario me salva. Nada se puede añadir a «Consumado es». Todo está hecho.
La gracia salvadora de Dios es eficaz para la salvación. Él ha decidido redimirnos. Solo su favor salvará a su pueblo. Debemos renunciar a cualquier mérito nuestro; solo el arrepentimiento, y confiar en la obra de Cristo nos hace tener un destino glorioso. Hasta entonces busquemos la santidad.
Los escogidos reciben lo que no merecen, los malvados reciben lo que sí merecen, la condenación.
¿Somos conscientes de nuestro pecado y de la gracia del Salvador?
La presencia del pecado en nuestra vida afecta a todo lo que pensamos, decimos o hacemos. No somos perfectos. Pero saber que Dios nos ayuda a cada paso nos debe animar a ocuparnos en nuestra salvación. La fe es descansar en Cristo, recibirlo como Señor y Salvador de nuestras vidas llevando una existencia llena de frutos de arrepentimiento y obediencia. La fe contempla a Jesús como único Redentor. Todos necesitamos a Cristo para reconciliarnos con Dios. Cuando leemos las Sagradas Escrituras deberíamos meditar en cuán lejos está nuestra vida de ser lo que Dios quiere.
No pretendamos ser justos ante Dios si no le obedecemos en todas las áreas de la vida. Tratar de usar la ley para justificarnos solo trae condenación. Y no nos olvidemos de dar solo a Dios toda la gloria, las cosas que no se hacen para la gloria de Dios nunca perduran. Lo que se hace para gloria de Dios será recordado para siempre. La gloria, honra y honor solo es de Dios, nosotros debemos exaltar, pregonar y proclamar esa gloria ante todos con nuestras acciones y palabras.
Seamos más reverentes en la adoración y más humildes en la oración.
¿Cuánto valor le asignas a tu Señor? ¿Buscas glorificarle? ¿Anhelas ver un día la gloria de Dios?
A Él y solo a Él toda la gloria por los siglos de los siglos. A Él sea la gloria en la iglesia de Cristo Jesús por todas las edades. Amén.
Abigail Rodés. Octubre 2023. Mes de la Reforma Protestante.