Números 22-24; 31:1-16
OBJETIVOS:
1. Saber que cualquiera puede sucumbir al pecado y deshonrar a Dios por promesas de riquezas (incluso el profeta de Dios, Balaam)
2. Sentir los peligros de jugar con cualquier tipo o forma de tentación
3. Hacer que nuestra atención se centre en Dios para huir de toda tentación
4. Aprender a evitar la avaricia y la codicia
PREPARACIÓN: Prepara tu corazón ante el Señor, ve a Él con humildad. Procura que tu vida esté alineada con Su plan y propósito. Intenta responder las preguntas con sinceridad y verdad.
LECTURA: Lee atentamente el texto bíblico varias veces.
INTRODUCCIÓN: La historia del profeta Balaam que habla con su asno, parece cómica, pero a pesar de las advertencias y las palabras directas de Dios, su corazón le presionaba en otra dirección. Si la voluntad de Dios no está guiando tu vida, ¿qué lo está haciendo? ¿Ante qué o quién te doblegas? ¿Puedes evitar que algunas cosas usurpen el lugar de Dios en tu vida?
OBSERVACIONES: Ve anotando cualquier observación —tanto positiva como negativa— que ves en la vida del profeta y en la tuya.
1. ¿Por qué tratar de hacer o decir cosas que Dios no desea?
2. ¿Qué encuentras en el camino que te hace retroceder o parar?
3. ¿Eres terco como Balaam y sigues a pesar de las instrucciones de Dios?
4. ¿De qué manera Dios mostró su gracia a Balaam?
5. ¿Encuentras la manera de acomodar tus deseos desobedeciendo a Dios como Balaam?
6. ¿Estás decidido a obtener ciertas recompensas aquí en la tierra?
7. A pesar de la «profesión externa de fidelidad»de Balaam, Dios conocía su corazón. ¿Qué hay en el tuyo? ¿Qué intentas esconder?
8. ¿De qué forma eres como Balaam tratando de vivir y caminar al filo de la obediencia a Dios y tratando de salirte con la tuya con tus deseos carnales?
9. Cuando alguien te propone algo en contra de Dios, ¿lo consideras?, ¿lo contemplas como una opción?, ¿estás dispuesto a hacer lo correcto?, ¿lo rechazas?
10. Es tuya la elección: o ser león de Dios o presa de un león. ¿Cuál es tu decisión?
CONCLUSIÓN: Ninguno de nosotros es inmune a la codicia, a la avaricia, o a cualquier otro pecado. Si claudicamos veremos nuestra propia ruina.
… «también a Balaam hijo de Beor mataron a espada» (Números 31:8).
Es importante que aprendamos de los errores de este profeta.
Balaam tiene noticia de su mala actitud que desagrada a Dios, por su asno. ¿Necesitas que te hable un asno? Balaam no consideró su postura ni reconoció su pecado. Y al final lo asesinaron. Balaam estaba más deseoso de complacer a Barac que a Dios. Los israelitas mataron a Balaam, ¿cuál será tu fin?
Por ello debemos orar diariamente para no caer en la tentación:
«No nos metas en tentación, mas líbranos del mal…» (Mateo 6:13).
Abigail Rodés. Mayo 2024.