DAÑOS DE LA TIBIEZA ESPIRITUAL
1. Agotamiento progresivo de las fuerzas del alma.
2. Ceguera de conciencia.
3. Debilitamiento progresivo de la voluntad.
4. De pequeñas caídas a grandes caídas.
5. Resistencia a la voz de Dios.
SÍNTOMAS DE LA TIBIEZA ESPIRITUAL
1. En cuanto a Dios: está distante, no hay una relación íntima diaria.
2. En cuanto a la Biblia: o la leen poco o nada. Se acostumbran a lo que escuchan en la Iglesia.
3. En cuanto a la Salvación: dudan de su seguridad eterna. No comparten las Buenas Nuevas con otros. Se conforman con no ir al infierno.
4. En cuanto a la oración: puras repeticiones, oran sin ganas —si oran—.
5. En cuanto a su fe: muy débil, se desmoronan a la mínima, no escudriñan las Escrituras.
6. En cuanto a la Iglesia: llegan tarde, se van pronto —si van—. Suelen faltar a la mayoría de reuniones.
7. En cuanto a la familia y amigos: sólo para pasar un buen rato, una relación superficial.
8. En cuanto a los problemas: no entienden que son para su madurez y crecimiento espiritual. Se irritan o enfadan con Dios si tienen problemas.
9. En cuanto al mundo y al pecado: como no son muy diferentes al resto del mundo, se dejan influenciar y poco a poco se alejan de Dios, de su Palabra, no tienen temor y es fácil que caigan en las tentaciones.
10. En cuanto a ser discípulo: lo ven como algo opcional, creen que no es algo importante y no son parciales en sus decisiones porque están alejados del Camino.
Y la Biblia, ¿Qué dice de esto? «Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!» (Apocalipsis 3:15,16).«Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido» (Apocalipsis 2:5).
El texto bíblico debería ser una llamada a la reflexión y a la transformación. La tibieza es algo que se va infiltrando poco a poco, se va arraigando en nuestro ser y el daño se va produciendo casi sin darnos cuenta. Jesús nos advirtió sobre eso. Los tibios son ciegos, se sienten cómodos con su situación pero va minando la relación con Dios y la comunión con los hermanos. Enfrentar la tibieza requiere mucho conocimiento de las consecuencias y del riesgo silencioso y destructivo que tiene. Si no se detiene a tiempo los efectos finales son nocivos para la persona.
«El hombre contemporáneo escucha más a los que dan testimonio que a los que enseñan. Si escuchan a los que enseñan es porque dan buen testimonio».
CONSECUENCIAS DE LA TIBIEZA ESPIRITUAL
1. Falta de generosidad.
2. Vida mediocre.
3. Conformismo.
4. Falta de progreso en el camino de santidad.
5. Interesa más lo material que lo espiritual.
6. No involucran a Dios en sus vidas ni decisiones.
7. Intentan hacerlo todo con sus propias fuerzas.
FRÍO – TIBIO – CALIENTE
La persona fría no distingue entre lo bueno y lo malo (2 Corintios 4:4). Puede ser una persona que no conoce a Dios o si le conoce, no le interesa cambiar de estilo de vida, hacer ciertos sacrificios o involucrarse en una Iglesia. Está bien tal como está. ¿Eres frío?
La persona tibia es aquella que se interesa más por las cosas de la carne que del espíritu (Romanos 8:5). Tiene su propia agenda y si algún día le va bien, intentará —o no— ir a la iglesia. Su prioridad no es Dios sino ella misma. No quiere rendir cuentas. ¿Eres tibio?
La persona caliente es aquella que cuida los intereses del Reino, que es discípula de Jesús, poniéndolo en todo en primer lugar. Se deja guiar por el Espíritu Santo y obedece la Palabra. La persona caliente camina por esta tierra con los ojos puestos en Jesús y en hacer su voluntad. Deja que Dios controle su vida, desea que sea su alfarero y tiene la misma visión: ganar almas. ¿Eres caliente? ¿Cuál es tu estado?
Si eres frío… acepta a Jesús, que Él sea Señor y Salvador de tu vida.
Si eres tibio… procura remediar esto, da un cambio en tu vida con la ayuda de Dios no con tus propias fuerzas. Pide perdón a Dios por causarle náuseas (Apocalipsis 3:16). No te conformes. Empieza a pensar en los demás y no sólo en ti mismo. Necesitas a Cristo en tu vida ¡ya!
¿CÓMO SUPERAR LA TIBIEZA?
1. Siendo humildes y pidiendo perdón a Dios (2 Corintios 4:1,7).
2. Reconocer dónde estamos. Discernir las causas que nos llevó a la tibieza.
3. No caminar solos, apoyarnos en los hermanos, compartir con ellos nuestras luchas.
4. Si es posible tener «un guía espiritual», alguien en quien confiar, poder abrir nuestro corazón y orar juntos.
5. Volver a poner a Jesús en el centro del corazón y vida.
Abigail Rodés. Febrero 2024.