“Y luego (después del bautismo de Jesús), el Espíritu le impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto 40 días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían” Marcos 1:12-13
Después de recibir el bautismo de Juan en el Jordán, Jesús se retiró al desierto donde ayunó durante 40 días y fue tentado por Satanás. Podemos leerlo en Mateo 4:1-11 y en Lucas 4:1-13.
Ambos evangelistas describen tres tentaciones, y Lucas presenta la segunda y la tercera en orden distinto a Mateo. La idea del diablo era que Jesús sucumbiera a las diferentes tentaciones y así poder destruirlo o hacer imposible su misión en la tierra. Marcos solo comenta de pasada el cuidado que el Padre tuvo con Jesús con la protección y el servicio de los ángeles. La serpiente engañó al primer Adán en el Huerto del Edén y cayó; e intentó engañar al segundo Adán en el desierto, con diferente resultado. Y sigue tentándonos a todos en toda ocasión, oportunidad, lugar, tiempo y condición. No podemos desafiar al diablo a tentarnos. Mientras no cedamos a nuestras tentaciones solo serán aflicciones, dolor, tristeza, pero no pecado. ¡No bajemos la guardia! Si nos salimos del camino, nos ponemos fuera del amparo de Dios. Podemos esperar de Satanás que nos tiente, pero podemos esperar de Dios su adecuado auxilio.
“Acerquémonos, pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” Hebreos 4:16
Jesús estaba en el desierto y llevaba muchos días sin comer, estaba ayunando escuchando lo que el Padre le decía. De pronto, apareció el diablo para decirle que no había razón para que tuviera hambre. Simplemente debía coger unas piedras, y convertirlas en pan… Una proposición tentadora a la que Jesús no hizo caso porque sabía que Satanás estaba tratando de que él hiciera algo incorrecto. En la segunda tentación, Jesús sabía que era desacertado retar a Dios de esa manera y le contestó: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”.
Tentación tras tentación, Jesús recordó a Satanás lo que las Escrituras dicen y así resistió y aguantó la seducción.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” Hebreos 4:15
Jesús enfrentó las tres tentaciones utilizando como arma la Palabra de Dios. Ésta es para nosotros también el arma más efectiva. Debemos aprender a decir “NO” a cualquier tentación. Cuando somos puestos a prueba, Jesús nos comprende, se compadece y nos ayuda.
Las tentaciones de Jesús siguen tres patrones que son comunes a todos los hombres y mujeres:
1. Los deseos de la carne (incluye toda clase de pasiones físicas). Dejarse llevar por los instintos, apetitos, sentidos… es hacer en todo momento lo que me apetece.
2. El orgullo y la arrogancia de la vida. Olvídate de Dios y adora al ídolo para cumplir tus deseos de dominio y poder.
3. El deseo de los ojos. Realiza un acto espectacular, demuestra que tienes a Dios en el bolsillo y todos te ensalzarán.
Los evangelistas citan las tentaciones en un momento y lugar determinado, pero dejan claro que fueron una constante en su vida: ej. Mt. 27:40 “Si eres Hijo de Dios, (= que en las tentaciones) desciende de la cruz” “El diablo se marchó hasta otra ocasión”; “se apartó de él por un tiempo” (Lucas 4:13)
ORACIÓN:
Gracias Señor porque no permitirás que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar o resistir. (1ª Corintios10:13). Ayúdanos en nuestra batalla espiritual para salir victoriosos en cualquier tentación.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Las artimañas son trucos o manipulaciones de Satanás para engañarnos. Son ideas astutas que usa para atraparnos y hacernos caer: amenazas, intimidación, mentiras, tentaciones…
Una artimaña es una maniobra engañosa o fraudulenta para conseguir algo: trampas, engaños, sutilezas, tretas…
Ejemplos:
1. Desafiar la Palabra de Dios.
2. Desafiar nuestra identidad.
3.Torcer las Escrituras.
4. Intentar persuadir para actuar según la carne y no según el Espíritu.
5. Ofrecer alternativas “razonables” a la obediencia a Dios. Nos muestra “otro camino” para que no hagamos la voluntad de Dios.
A Satanás no se le permite tomarnos por la fuerza por eso utiliza toda su astucia para persuadirnos a pecar.
ANTÍDOTOS: Oración, ayuno, retirarnos al desierto, meditar y aprender la Palabra.
Citas a tener en cuenta: Ef. 6:11/ Ro.16:20 / 1 P. 5:8 / 1Jn.3:8 / Stg.4:5,7/ Mt.6:13 / Ef.4:14,26,27
Abigail Rodés. Enero 2023.