“Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan” (Job 4:8)
En el libro de Job se dice que la maldad que el hombre siembra, es la que siega.
Igualmente en Gálatas 6:7 “… todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Y “El fin del pecado es la muerte” (Romanos 6:23a).
¿Qué frutos produce el pecado? He aquí algunos de ellos.
1. La desnudez (Génesis 3:7)
Una desnudez al completo: física, personal, social, espiritual… Al rechazar a Dios nos sentimos desnudos, como si nos hubieran quitado todo lo que somos y tenemos, porque nuestro enemigo Satanás nos lo ha robado todo.
2. La soledad (Génesis 3:8)
La soledad, la incomprensión, la tristeza nos invade. Todo ello fruto de nuestra rebeldía, por separarnos de Dios. Necesitamos dejar de escondernos o desaparecer.
3. El miedo ( Génesis 3:10-11)
El tercer fruto del pecado es el miedo, el terror, el temor. Sospechamos que hay algo malo en todo lugar y momento. Cualquier cosa nos puede llevar a algo negativo o perjudicial para nosotros. Esa culpabilidad no es mas que desconfianza. Solo cuando nuestra vida está en las manos de Dios todo nuestro miedo es vencido.
4. La mentira ( Génesis 3:13)
La verdad deja de tener valor. Aprendemos a mentir, a dudar, a desconfiar de todo y de todos. Pero hemos de estar preparados porque Dios dice: “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amós 4:12).
5. El sufrimiento ( Génesis 3:16)
El sufrimiento es como un aguijón que trastorna nuestra vida. Todo pecador que no se arrepiente, no tiene un final feliz. Todo aquel que persevera en pecar, tendrá un triste desenlace. “¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado” (Isaías 3:11).
6. La injusticia (Génesis 3:17-19)
La Biblia enseña que uno de los frutos del pecado es la injusticia, toda falta de justicia. ¿Hacer que desaparezca? Sí, volviendo nuestra mirada al Señor Todopoderoso. Porque cuando Él haga acto de presencia, todo será transformado. “Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí” (Isaías 45:21b).
7. La esclavitud (Juan 8:34)
“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”.
El pecado tiene ese poder que nos hace adictos a él. Todo aquel que lo practica queda sometido en plena dependencia. ¿Eres esclavo para justicia o para muerte?
8. La muerte (Génesis 3:19)
La muerte es el enemigo común a toda la humanidad. El castigo eterno, la condenación para siempre que nos conduce al infierno, la consecuencia de nuestro pecado. Irreversible. La muerte como final de todo, el resultado de apartarnos de Dios.
Pero…
“¡La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro!” (Romanos 6:23b).
Dios nos da a través de Cristo libertad del pecado, bendiciones y una vida eterna con Él si nos arrepentimos de nuestros pecados y creemos en su sacrificio en la cruz. Dios nos ofrece una vida restaurada, abundante y libre de la condenación eterna.
“Yo soy la puerta; el que por mi entrare, será salvo” (Jnuan 10:9).
Abigail Rodes. Abril 2020.