El ungüento y el perfume alegran el corazón (Proverbios 27:9)
Los pueblos orientales mostraron gran interés y preferencia por la elaboración y uso de los perfumes. Se aplicaban en el cuerpo (Génesis 37:2; Ester 2:12; Proverbios 27:9; Isaías 57:9; Cantares 1:3; 4:10; Juan 12:3); en los vestidos (Salmo 45:8) y en las camas (Proverbios 7:17). Además se destinaban a usos solemnes, rituales y simbólicos: para las literas de los príncipes (Cantares 3:6-7), para embalsamar los cadáveres (2 Crónicas 16:14; Marcos 16:1; Lucas 23:56; Juan 19:39-40) y para el servicio del Tabernáculo (Éxodo 30:23-28). Los perfumes que usaban para el templo procedían de Arabia (Éxodo 22:28; 30:23-28; Eclesiastés 14:15).
Los egipcios crearon el uso de perfumes. En sus grandes banquetes acostumbraban a derramar gotas de perfumes en la cabeza de los comensales. Los hebreos siguieron esta costumbre (Salmo 133:2) y en tiempos de Cristo la practicaban con aceite (Salmo 92:10; Lucas 7:46). Los cosméticos se usaban en Israel, y el profeta Isaías hace una descripción detallada de los lujos que usaban las mujeres de su tiempo (Isaías 3:16-26).
Al oriental le gustaba ungirse después del baño, para mantener la piel flexible en un clima cálido y seco. Generalmente se usaba aceite de oliva, al que se añadían algunas veces sustancias aromáticas (Amós 6:6). Estos ungüentos eran elaborados por un perfumista (Nehemías 3:8) o perfumadora (1 Samuel 8:13); se vendían ya preparados y bien guardados en un frasco, que a veces era de alabastro (Mateo 26:7). Se ungían la cabeza (Salmo 23:5), la barba (Salmo 133:2) y los pies (Lucas 7:46). Las muchachas del harén en la corte de Persia eran cuidadosamente ungidas antes de ser presentadas al rey (Ester 2:12). Después de la unción se rociaban con sustancias aromáticas (Cantares 3:6). Esta unción se suprimía tan solo en tiempo de luto (Daniel 10:3). Los buenos ungüentos eran muy costosos (Mateo 26:7).
También se usaba la unción como medicina para los enfermos (Marcos 6:13). La madera de cedro (Levítico 14:49) contiene una sustancia utilizada en medicina para enfermedades cutáneas. El hisopo (Levítico 14:49) contiene un antiséptico suave. Ambas utilizadas en el oriente como norma de cuarentena y medicina preventiva. En la Biblia se usaba para purificar la casa después de alguna plaga, lepra, tiña, etc.
Formaban la base de las manifestaciones religiosas. En la antigüedad, los perfumes se consideraban un lujo, tanto como el oro y la plata. Los aromas más utilizados en la antigüedad eran la canela, la mirra, el nardo, el azafrán y el incienso.
Actualmente para fabricar un perfume se utilizan frutos, flores, plantas aromáticas, algas, líquenes, granos, semillas, especias, raíces, maderas, bálsamos, resinas, hojas de árboles, arbustos y otros aromas, también de origen animal. Un ejemplo de cada sería éste: Naranja, rosa, hierbabuena, algas marinas, anís, nuez moscada, pimienta, jengibre, gálbano, incienso, eucalipto, laurel, manzanilla, tabaco, madera, y como aroma animal el almizcle. Hoy en día y cada vez más, se fabrican sustancias en laboratorio «fotocopiando» los aromas de la naturaleza o creando nuevos. Se utilizan tinturas y alcohol para matizar y redondear el perfume. Y fijadores para retardar la evaporación. En su mayoría dan mayor estructura y redondez a las fragancias. En la Biblia se habla mucho de aceites. Esencialmente éstos se clasifican en:
a) estimulantes: Enebro, pimienta, mirra.
b) relajantes: Cedro, ciprés, rosa.
c) antisépticos: Canela, orégano, pino.
d) descongestionantes: Eucalipto, hisopo, salvia.
Expertos perfumeros
• Nehemías 3:8
• 1 Crónicas 9:29, 30
• 2 Crónicas 16:14
• Eclesiastés 10:1
Lista de perfumes en la Biblia
Nardo, mirra, flor de alheña, lirio, incienso, polvo aromático, madera de cedro del Líbano, ungüentos, aceites, canela, azafrán, áloes, especies aromáticas, casia (corteza de canela), almizcle, rosa, narciso, gálbano aromático, estacte y uña aromática.
Mezclas
• Incienso y mirra (Mateo 2:11)
• Mirra, áloes y canela (Proverbios 7:17)
• Mirra, áloe y casia (Salmos 45:8)
• Óleo de mirra, perfumes aromáticos y afeites (Ester 2:12)
• Incienso y aceite (Ezequiel 23:41)
• Especias aromáticas, flores y mirra (Cantares 5:13)
• Mirra y flores de alheña (Cantares 1:13,14)
• Mirra, incienso y polvo aromático (Cantares 3:6)
• Mirra, canela, cálamo aromático, casia y aceite de oliva (Éxodo 30:23, 24)
• Especias aromáticas, estacte, uña aromática, gálbano aromático e incienso puro (Éxodo 30:34-37)
Todo creyente verdadero -ministro de Cristo- es como un incensario de suave incienso que esparce la fragancia de Cristo sobre un mundo corrupto y maloliente, no sólo como algo para el futuro, sino también como experiencia presente. Los que hemos aceptado al Señor y seguimos sus caminos somos olor de vida para los que se salvan y olor de muerte para los que rechazan a Cristo. Así pues tenemos una poderosa influencia sobre los demás. ¿Somos cada uno de nosotros olor grato a Jehová? Meditemos en ello.
Nos corresponde a nosotros imitar a Dios y andar como es digno, como fragante ofrenda de Cristo. Todo lo que no procede, daña a otros y niega la esencia misma del amor a Dios y al prójimo.
Noé ofreció holocaustos en el altar como agradecimiento a Jehová, y éste aceptó el culto y percibió el olor grato (quemó cañas olorosas, cedro y mirto -según un relato babilónico-).
El incienso en tiempos de Moisés simboliza la oración, la que como perfumados vapores asciende al cielo (Apocalipsis). El altar del incienso es figura de Cristo como intercesor del creyente, por cuya mediación las oraciones y la alabanza del creyente suben a Dios (Hebreos 13:15).
No debía emplearse ningún incienso extraño o mal preparado, ello sería sinónimo de una mala adoración. Únicamente los que hemos sido redimidos, purificados y ungidos podemos adorar a Dios genuinamente, como el incienso, que era especial y reservado exclusivamente para la adoración. Así también nosotros.
Las imitaciones se consideraban un crimen, castigado con la muerte, como demostración de que el culto debe ser realmente espiritual. ¿Aceptamos nosotros imitaciones, falsificaciones, plagios, copias o, tratándose de Dios, sólo aceptamos lo puro y legítimo? ¿Acepta Dios tu oración de acción de gracias, o tienes algo en tu vida que no es olor grato a Jehová?
Olor grato a Jehová:
• El altar de Noé (Génesis 8:21)
• La consagración de Aarón (Éxodo 29: 18,25,41)
• Los holocaustos (Levítico 1:9,13)
• Las ofrendas (Números 15:7,10,13,14,24)
• La reedificación del templo (Esdras 6:10)
• Jesús (Efesios 5:2)
• Los creyentes (2 Corintios 2:15)
• Buenas dádivas (Filipenses 4:18)
• Las oraciones de los santos (Apocalipsis 5:8; 8:3,4)
Como enseñanza podríamos decir lo siguiente: Ya que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo
(1 Corintios 6:19), debemos estar bien presentados ante su presencia. Debemos glorificar a Dios en espíritu y cuerpo. Nuestro perfume debe ser aquel que demuestra que Cristo está en nosotros. Nuestros hechos, palabras, acciones, etc. Todo esto puede ser nuestro perfume. El perfume «que huele a Jehová». Seamos «olor grato a Jehová» (2 Corintios 2:15-16).
Abigail Rodés. Marzo 2021.