Las palabras por sí solas no pueden expresar mi alegría,
la familia se revoluciona al completo, cómo no abrazaría
a un bebé en su primer día como miembro del mundo.
Doy la enhorabuena a los papás, abuelos y hermanos con simpatía
corro a buscar una bonita postal a la librería
e intento ser creativa con frases de bienvenida que salgan de un corazón profundo.
Deseo emocionar y sorprender a la familia y estar en sintonía,
darles mi bendición por su gran valentía,
porque su mundo entero ha cambiado en un segundo.
Pero pienso cómo sería tener un bebé sin un hospital o centro de pediatría,
y si al saber que ha nacido en un pesebre, las visitas acudirían con tanta alegría.
Quizás meditaría, reflexionaría, cavilaría en silencio, meditabundo.
¿Cómo sería hoy? La escena igualmente en la ciudad de Belén pondría,
pero la estrella, un impacto de bala sería…
celebrar la natividad sin libertad en un mundo nauseabundo.
Un nacimiento que se ha convertido en destino turístico y agonía,
ni valor, ni valentía, ni mérito, un belén con policía.
Provocación, polémica, ocupación, menos rey y más vagabundo.
Oh, Padre, perdónalos porque no saben que el camino el Hijo lo elegía.
En obediencia, humildad, poder, gracia, Jesús nacía.
Señor, tu nos amas, me amas, y tu amor difundo.
Pastores, ángeles, magos… todos celebraban con alegría
el feliz acontecimiento; más Herodes un mal día tendría.
El infeliz rey se turbó y su aceptación fue un no rotundo.
¡Qué gozo el de Elisabet y Juan viviendo esa gran profecía!
¡Cómo profetizó Zacarías del poderoso Salvador con valentía!
¡Cómo habló de la Salvación de ese Niño, que dejó su gloria y bajó a este mundo!
Una gran pasión que el Hijo de Dios se hiciera hombre, el amor le movía.
¡Qué gran emoción que mis pecados en una cruz pondría!
Para librarme del pecado y de un ángel caído iracundo.
Salvación de nuestros enemigos, misericordia, amor y no tiranía.
Pactos, justicia, perdón, verdad… Asido de ti viviría
por toda la eternidad. Mi corazón de gozo inundo.
¡Gloria a Dios en las alturas! Mi canción también sería
Nuevas de gran gozo a todo el mundo publicaría
a este mundo sin fe, sin esperanza, incrédulo y moribundo.
Abigail Rodés. Diciembre 2024.