“¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro (shaked). Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro (shoked) mi palabra para ponerla por obra” (Jeremías 1:11,12).
Barcelona, 27 de febrero de 2022
“Shaked, Shoked”. No, no es propaganda de café “shake, shake” para llevar.
¡Hola amiga! ¿Cómo estás? Sé que estás gozando de la nieve en tu bonita tierra. Aquí estamos entrando en el mes de marzo, tiempo de floración del almendro, uno de los árboles frutales que florecen en nuestras tierras catalanas. Pasear por los campos en plena floración del almendro es un paraíso, una gran estampa floral que te animo a que veas. ¡Pon todos tus sentidos en el entorno! Retenlo en tu mente. Descubre esas preciosas flores de cerca. Dios nos regala uno de los mayores placeres de la vida. Descubre con tus propios ojos la magnífica creación de Dios, en todo su esplendor. Estoy hablando de un árbol frutal que puede alcanzar una altura de unos 10 metros. El principal factor que consigue que los almendros florezcan es el frío que acumulan en invierno. Por eso florecen antes que llegue la primavera, incluso pueden empezar a finales de enero. Lo siento, ¿demasiada información? Deformación profesional (eso de ser maestra…) 🙂
Te preguntarás que tiene que ver el almendro con el título “Shaked/Shoked”.
Tanto el almendro como la almendra se llaman en hebreo “Shaked”= el que vela, porque el almendro es el primer árbol frutal que echa sus flores antes de la primavera. En Palestina florece en enero y en marzo da su fruto. Sus flores son blancas o rosas (según la especie). Su nombre hebreo significa velar y apresurarse y hay una alusión a esto en Jeremías 1:11-12. También la vara de Aarón era de almendro (Números 17:8). En Eclesiatés12:5, la cabeza encanecida de los ancianos en edad se compara con el almendro, por su blancura, su belleza y su florescencia de invierno, o tal vez del apresuramiento o rapidez con que degenera. Las copas de oro de los candeleros sagrados se constituían en forma de almendros con sus botones y sus flores (Éxodo 25:33,34). El candelabro representa la luz de la Palabra y del Espíritu de Dios en Cristo Jesús. La iglesia todavía está en sombras como el tabernáculo, pero la Biblia es la luz que brilla en lugar oscuro. Ya sabes que el mundo sería un lugar muy oscuro sin ella. Así mismo, en el Nuevo Testamento se nos insta a guardar las cosas que Dios nos ha mandado. Somos templo del Espíritu Santo y debemos tener la ley del Señor en nuestros corazones y mentes. Al llevar una vida de comunión con nuestro Dios, somos luz del mundo. Ojalá seamos conscientes de ello y llevemos una vida coherente con lo que Dios demanda de nosotras. El almendro es el árbol más maduro en la primavera, más que cualquier otro árbol y representa el veloz acercamiento de los juicios de Dios. Oremos juntas para que no cedamos a nuestros intereses personales sino los del Reino y para que nada nos aparte de nuestro deber como hijas del Reino. La visión de la rama de almendro de Jeremías se puede relacionar con la idea de que Jehová vela sobre su Palabra. La almendra era muy apreciada en el Antiguo Testamento (Eclesiastés 12:5).
Como sabrás hay varios ejemplos bíblicos, como una rama de almendro en el arca de la alianza (Éxodo 25:33,34; 37:19,20) o cuando Jacob, por medio de sus hijos, envió al faraón como regalo sacos de almendra “Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras” (Génesis 43:11).
Querida amiga, te animo a releer el capítulo entero de Jeremías 1. Considera qué sentirías si estuvieras en el lugar del profeta. Reflexiona sobre lo que el Señor nos ha llamado a hacer. Escríbeme sobre ello. Espero tu respuesta. Yo me quedo con estos versículos:
Versículo 5 “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué…”
– Dios nos apartó.
Versículo 12 “Yo apresuro mi palabra para ponerla por obra”.
– Dios hace oír su voz de advertencia.
Versículo 17 “Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos…”
– Dios quiere que nos preparemos, levantemos y hablemos.
Versículos 18,19 … “pelearán contra ti pero no te vencerán, porque yo estoy contigo…”
– Dios no quiere que sintamos miedo. Él nos pone como ciudad fortificada, como columna de hierro, como muro. Está con nosotras.
¡Hasta pronto! Tu hermana en Cristo,
Abigail Rodés. Marzo 2022.