¿Eres mujer? En la Biblia encontramos muchos ejemplos de mujeres de las que aprender importantes lecciones. Mujeres que marcaron la diferencia en su momento, destacaron por diferentes motivos demostrando que Dios nos usa para cumplir sus propósitos. Aquí tienes 6 ejemplos, pero no son las únicas.
EVA:
La primera mujer que se menciona en la Biblia, esposa de Adán, creada para ser su ayuda idónea. La “madre de todos los vivientes”. La “varona” como la llamó Adán. A pesar del castigo por la desobediencia a Dios, Eva pudo regocijarse cuando concibió a sus hijos, (“dadora de vida”). Su historia se encuentra en el libro de Génesis. Adán y Eva fueron echados del Jardín del Edén. La tentación les llevó a un lugar donde se sintieron desnudos, desprotegidos, avergonzados… pero Dios les consoló y vistió.
Aunque su nombre aparece pocas veces en la Biblia, ella vio el fruto vedado, lo tomó y lo comió. Y ambos conocieron la necedad de comer la fruta prohibida. Allí empezó una gran promesa: la liberación del hombre y la mujer caídos por el poder de Satanás. Dios proveyó el remedio de la redención. Fue el inicio de la esperanza del perdón. El Redentor saldría de su simiente.
SARA:
Esposa de Abraham, madre de Isaac, madre de Israel. Según Hebreos 11:11, modelo de fe, sumisa a su esposo. Aunque estéril y desesperada por no poder dar un heredero a su marido, Dios le dio ese hijo de la promesa:Isaac, tipo de Cristo. La misericordia de Dios llenó a Sara de gozo y asombro. Aunque se rió de la noticia de su embarazo por ser demasiado buena para ser cierta, y Dios le reprendió, su hijo fue el segundo de los patriarcas y Dios reiteró la promesa hecha a Abraham de que su descendencia sería innumerable.
EUNICE:
“Victoriosa”, “Buena victoria”. Fue la madre de Timoteo e hija de Loida. Una judía casada con un griego. Ella es mencionada en la Biblia porque supo transmitir a su hijo el amor por las Escrituras, la práctica de la verdad y el temor a Dios. Su hijo Timoteo fue de muy buen testimonio y condiscípulo en los viajes del apóstol Pablo. Fue encomendado a misiones especiales porque fue siempre un fiel compañero y colaborador. Ninguno de los otros compañeros de Pablo fue tan ardientemente elogiado por su lealtad.
Las epístolas de 1ª y 2ª de Timoteo son cartas pastorales.
Una madre de fe testificando a su hijo. Una mujer piadosa que supo enseñar a su hijo a ser útil en el ministerio.
MÍRIAM:
Hermana mayor de Moisés y Aarón. Familia perteneciente a la tribu de Leví. La primera mujer a la que la Biblia llama profetisa (Éxodo 15:20). Su primera mención en las Escrituras fue estando velando por su hermano Moisés, en una época en la que los israelitas vivían en Egipto como esclavos y el faraón decidió matar a todos los hijos varones que nacieran. Míriam, o María, interpela a la hija del faraón y le propuso una nodriza hebrea, salvando al futuro legislador del pueblo de Israel. Siglos después, en tiempo de Miqueas, Dios habló del importante papel que tuvo en Israel cuando dijo: “… envié delante de ti a Moisés, Aaron y a María”.
LIDIA:
Vendedora de púrpura de la ciudad de Tiatira. Tenía un trabajo honesto que el historiador registra para elogio de ella. Pero tuvo tiempo para reunirse con otras mujeres para la oración y para escuchar el mensaje por boca de Pablo. Mujer piadosa que fue bautizada con su familia, insistió en hospedar en su casa a Pablo y Silas antes y después de ser encarcelados. La hospitalidad caracterizaría después a la iglesia de Filipos. Lidia estableció un ejemplo poderoso del cual aprender. Ella aprovechó sus recursos, dones, talentos e influencia para la gloria de Dios.
JAEL:
Esposa de Heber. Mujer cananea que dio muerte a Sísara, general del ejército cananeo. Una mujer valiente que se puso de parte del pueblo de Dios. Cuando vio la oportunidad que se le presentaba, no dudó. Sísara había perdido la batalla y buscaba donde esconderse. Jael le invitó a entrar en su tienda para descansar. Le dio leche, le cubrió con una manta, tomó una estaca de la tienda, un mazo y lo clavó en tierra y, mientras dormía, lo mató. Se cumplieron así las palabras de la profetisa Débora: “en mano de mujer venderá Jehová a Sísara”. En el libro de Jueces, se describe a Jael como “muy bendita entre las mujeres”.
El cántico de Débora celebra su acción como digna de ser honrada por el patriotismo judío y como juicio divino.
Dios nos anima a que, como mujeres cristianas, reflejemos el carácter de Cristo. ¿Qué nos distingue?
¿Qué características nuestras alegran el corazón de Dios? ¿Nuestra obediencia? ¿Nuestra alegría? ¿Somos conocidas por nuestra paciencia, generosidad o humildad?
Una mujer llena del Espíritu Santo que busca la dirección de Dios en su vida, es una mujer que refleja el gozo y la paz del Señor. Que Dios nos ayude a infundir ánimo a los que lo necesitan y a llevar una vida que lo glorifique a Él.
Ojalá pueda decirse de cada una de nosotras:
“Fuerza y honor son sus vestiduras” (Proverbios 31:25)
“Abre su boca con sabiduría” (Proverbios 31:26)
“Alábenla en las puertas sus hechos” (Proverbios 31:31)
“Toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa” (Rut 3:11)
“Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa” (Salmo 128:3)
Abigail Rodés. Agosto 2021.