Desarrollar una visión:
Es importante que nos preparemos como pueblo de Dios para la obra del ministerio, que cada miembro cumpla su ministerio, en una comunidad de amor, aceptación y perdón que fomente el crecimiento espiritual. Los responsables deben transmitir un propósito, una visión, a los miembros de su comunidad. Se necesita gente que sepa lo que hace falta hacer, Efesios 5:15-17: “Mirad con diligencia como andéis, no como necios… aprovechando bien el tiempo… no seáis insensatos, sino entendidos…”
No debemos crear los propósitos (que ya están en la Biblia) sino descubrirlos y cumplirlos.
Enfocar la visión:
Tomar por ejemplo Efesios. En cada capítulo encontramos algo para comprender cómo debe ser la Iglesia. Efesios1:22-23; Efesios 2:8-10,19-22; Efesios 3:14-21; Efesios 4:1-6; Efesios 5:18-20; Efesios 6:10-18.
¿Por qué existe la Iglesia? ¿Qué deberíamos ser como Iglesia? ¿Qué deberíamos hacer como Iglesia? ¿Cómo deberíamos hacerlo? ¿Es nuestra Iglesia local bíblica y misionera?… etc.
Comunicar la visión:
Nehemías 4:6-15. Los responsables necesitan comunicar la visión regularmente con pasión y entusiasmo. El mejor libro de texto para el crecimiento es la Biblia. Es necesario compartir la visión en los diferentes grupos de la iglesia. ¡Es necesario remar en la misma dirección!
Seguir el ejemplo de Nehemías:
• Hablar en términos claros y concretos para poder realizar la visión.
• Hablar en términos personales (células, grupos de jóvenes, grupo mujeres / hombres, niños, etc.).
• Informar a cada uno de lo que puede hacer según sus dones para que la visión sea una realidad.
Nehemías nos recuerda que la visión de cualquier Iglesia se desvanece con el tiempo a menos que la reforcemos, reformemos y consolidemos.
Seguir el ejemplo de Jesús:
• Usar historias simples para comunicar la visión.
• Facilitar oportunidades para que la gente comparta sus testimonios de cómo Dios les ha ayudado a cumplir la visión.
Cumplir la misión:
La mayoría de las asambleas resaltan o son lo que sus responsables son y descuidan las cosas por las que ellos se muestran menos apasionados. A menos que se pongan en marcha las estructuras necesarias que sirvan para equilibrar estas 7 metas o áreas, la asamblea despuntará en aquello que el pastor sea más entusiasta. Por ello en Efesios 4:16 Pablo nos habla que una Iglesia madura es aquella en la que cada miembro hace su parte. Necesitamos tomar en serio la obra del Espíritu Santo de conducir una iglesia a la unanimidad de mente y de corazón.
Estudiar a Nehemías bajo:
VISIÓN • EVALUACIÓN • FORMULACIÓN DE UN PLAN • MOTIVACIÓN • ORGANIZACIÓN • ACCIÓN • CULMINACIÓN
«¡Levantémonos y edifiquemos!». Es necesario hacer algo. Alguien debe actuar. ¿Lo harás tú?
Dios puede hacer la diferencia a través de ti. El cambio no es fácil pero con Dios a nuestro lado, posible. Aprovechemos cada oportunidad que Dios nos da. Dios usa siempre a las personas como tú y yo siempre que estemos dispuestas a luchar por el Reino.
Abigail Rodés. Noviembre 2025.
