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Reflexiones

12 maneres d’estimar

octubre 11, 2022 by Abigail Rodés

1. Escolta sense interrompre: Proverbis 18:13

2. Parla sense acusar: Jaume 1:19

3. Dóna sense escatimar: Proverbis 21:26

4. Ora sense parar: Efesis 6:18

5. Contesta i respon sense discutir: Proverbis 17:1

6. Comparteix sense presumir ni entristir-te: 2 Corintis 9:7

7. Treballa sense queixar-te: Filipencs 2:14

8. Confia sense dubtar ni titubejar: 1 Corintis 13:7

9. Perdona sense castigar: Colossencs 3:13

10. Promet sense oblidar: Proverbis 13:12

11. Parla amb la veritat: 1 Pere 3:10

12. No t’irritis ni guardis rancor: 1 Corintis 13:5

«Si no estimo no sóc res»!

«Si no estimo de res em serveix»!

Un camí incomparablement més alt: l’amor (1 Corintis 13).

Abigail Rodés. Octubre 2022.

Publicado en: Reflexiones

Déu l’únic

octubre 11, 2022 by Abigail Rodés

«Ningú més és Déu» Deuteronomi 4:35.

«No hi ha ningú com tu, no hi ha cap més Déu fora de tu» 2 Samuel 7:22.

Hi ha a la Bíblia molts versets que ensenyen explícitament que Déu és únic en moltes coses com per exemple:

Únic en: Majestat, Poder, Grandesa, Saviesa, Glòria, Santedat, Veritat, Clemència i Misericòrdia…

Déu és l’únic: Salvador, Mediador, Creador, Sobirà, Rei de reis i Senyor de senyors…

És l’únic Déu: Omnipotent, Invisible, Omniscient, Omnipresent, Immutable, Etern…

L’únic en amor etern, en immortalitat.

L’únic a donar vida eterna.

L’únic digne d’honor.

«Al Rei dels segles, Déu únic, immortal i invisible, honor i glòria pels segles dels segles. Amén» 

1Timoteu 1:17.

Per això has de lliurar 3 coses a Déu:

1. el teu cos: cuida-ho!

2. la teva ment: vigila!

3. la teva voluntat: ora!

Amb dos tipus d’oració:

1. Planificada

2. No planificada

* Josuè 23:11: «Sigueu constants a estimar el Senyor, el vostre Déu».

* 1 Corintis 10:31: «Així, doncs, feu-ho tot a la glòria de Déu».

* Mateu 26:41a «Vetlleu i pregueu»

11 canvis fonamentals que transformen la teva vida seguint a Jesús:

1. Nou naixement (néixer de nou)

2. Un nou Senyor

3. Un nou cor

4. Una nova creació

5. Una nova ment

6. Un nou amor

7. Nous desitjos

8. Nova comunitat

9. Nova llibertat

10. Nou poder

11. Nova vida

10 Beneficis significatius de l’oració:

1. L’oració t’ajuda a desenvolupar una relació íntima amb Déu

2. L’oració t’ajuda a veure l’amor de Déu

3. L’oració t’ajuda a entendre el propòsit de la teva vida

4. L’oració t’ajuda a trobar fortalesa davant la temptació

5. L’oració t’ajuda a trobar guia i saviesa

6. L’oració t’ajuda a ser més com Jesús

7. L’oració t’ajuda a obeir i acceptar la voluntat de Déu

8. L’oració t’ajuda a ser exemple i benedicció per a uns altres

9. L’oració t’esforça a seguir en la vida de santedat

10. L’oració et consola i dona pau al teu cor

Abigail Rodés. Octubre 2022.

Publicado en: Reflexiones

Los senderos del mar

septiembre 7, 2022 by Ferran Cots

“¡Dios, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos! De la boca de los niños y de los que aún maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: «¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?»Lo has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves del cielo y los peces del mar; ¡todo cuanto pasa por los senderos del mar! ¡Dios, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!” (Salmo 8).

En la Biblia se encuentran revelados algunos hechos científicos mucho antes que el hombre los descubriera, tales como la redondez de la Tierra, que flota en el espacio y que el universo tuvo un principio. Por ello algunas personas han usado la Biblia como ayuda para lograr nuevos descubrimientos. Una de estas personas fue Matthew Maury, descendiente de hugonotes que tuvieron que huir de su país de origen, Francia, a Estados Unidos para poder practicar su fe en libertad.

Maury nació el 14 de enero de 1806 en el estado de Virginia, de familia hugonote él mismo era un fiel cristiano que tenía en alta estima la Biblia. Para él el mensaje contenido en ella era la verdad y provenía de Dios mismo; por dicho motivo meditaba en ella con regularidad.

A los 19 años se alistó en la marina de los Estados Unidos donde sirvió sin interrupción, hasta que un accidente le imposibilitó continuar en el servicio activo. Entonces le destinaron a un puesto que parecía poco importante, el Depósito de cartas marinas. Fue entonces cuando se dedicó a estudiar los vientos y corrientes marinas con un propósito; encontrar los “senderos del mar” de los que hablaba la Biblia en el Salmo 8:8: “… todo cuanto pasa por los senderos del mar”.

Hasta aquella época los buques empleaban meses en recorrer su trayecto, puesto que  dependían totalmente del viento, lo que hacía la navegación larga y penosa. Un viaje desde Inglaterra a Australia, y regreso a Inglaterra, podía durar hasta 250 días. Cada buque navegaba como buenamente podía, y dependía mucho de los conocimientos previos del capitán de la ruta que siguiera. 

Maury, teniendo en mente el versículo del Salmo mencionado, se puso a investigar para tratar de encontrar aquellos senderos del mar de los que hablaba la Biblia. Estudió los cuadernos de bitácora de muchos capitanes de barco. Anotó las rutas que habían seguido, y las corrientes y los vientos que habían encontrado e incluyó toda esta información en sus gráficos y, con el tiempo, pudo hacer mapas de las corrientes de los océanos.

Las corrientes marinas fluyen a través de los océanos de forma independiente al resto del mar; en realidad son como caminos a través del agua, fluyen a una velocidad independiente y son vitales en los ecosistemas marinos. Son verdaderos senderos del mar. Con todos los datos recogidos publicó unas guías de las corrientes y vientos, gracias a las cuales las travesías se redujeron de forma drástica. El viaje de Inglaterra a Australia, y regreso, pasó de 250 a solo 130 días. Desde entonces los tiempos de los viajes se redujeron de forma considerable, con el beneficio que ello reportaba. De hecho aun hoy en día se siguen usando las rutas que Maury propuso, ya que siguen facilitando considerablemente la navegación, incluso con los buques actuales.

Maury falleció el 1 de febrero de 1873 y ha sido reconocido, y sigue siéndolo, como un oceanógrafo excepcional. Su fe le llevó a hacer aquel descubrimiento que cambiaría para siempre el arte de la navegación a vela. Desgraciadamente hoy en día se tiende a ignorar la motivación inicial de su investigación. La humanidad no quiere ni siquiera oír hablar de Dios, y aunque sea necesario ocultar información o tergiversarla para no mencionar a Dios, siempre hay personas dispuestas a hacerlo.

Pero no es posible detener la voluntad divina. Todo aquel que se quiere enfrentar a Dios acaba siendo derrotado. La única solución es acercarse a Él con humildad y aceptar su ofrecimiento de perdón y salvación, entonces obtendremos una victoria extraordinaria, la victoria sobre la muerte eterna, conseguida por Jesucristo en la cruz. Tal vez no estemos destinados a hacer un gran descubrimiento como Maury, pero la fe en Dios y en su Palabra es suficiente. Como dijo una vez un creyente: “yo solo se que estaba perdido y Cristo me salvó”. Ese es el mayor descubrimiento que puedes hacer. No lo dejes pasar.

Ferran Cots, septiembre 2022.

Publicado en: Reflexiones

El prefijo «re»

septiembre 7, 2022 by Abigail Rodés

Hace poco una marca de bebidas animaba a participar en un concurso donde debías encontrar verbos que empezaran por “RE” como reciclar, recuperar, reformar, recambiar, reanimar, redactar, realquilar, y un largo etc.

Ello me llevó a pensar en la Biblia donde también hay muchas palabras que empiezan por “RE”.

Vamos a ver algunas de ellas:

1. RENOVACIÓN: nuestra renovación viene de lo Alto, cuando nos sentimos pecadores, nos arrepentimos y restablecemos nuestra comunión con Dios, que se había interrumpido por causa del pecado. Romanos 12:2: “…transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…”. Pablo nos insta a no perseguir placeres, posesiones o estatus, sino cambiar nuestra manera de pensar y de hacer según la voluntad de Dios.

2. RECONCILIACIÓN: es la restauración de vida entre Dios y los hombres, que fue rota al resistirnos a obedecer al Señor. Ésta viene dada por la misericordia de Dios. El sacrificio de Cristo en la cruz es la única vía hacia la reconciliación. Romanos 5:11: “… por quien hemos recibido ahora la reconciliación”.

3. REDENCIÓN: es el perdón de los pecados mediante la sangre de Cristo. El único Redentor es Jesucristo, porque con su sangre pagó el precio que nosotros debíamos, y nos ha salvado de la condenación eterna.

Romanos 3:24: “… mediante la redención que es en Cristo Jesús”.

4. RESURRECCIÓN: es volver a la vida derrotando a la muerte. Solo Dios tiene el poder de resucitar y librarnos del reino de los muertos. La Biblia nos habla de la resurrección de Lázaro, del hijo de la viuda de Sarepta, la hija de Jairo, Tabita, Eutico y el mismo Jesús. Con la resurrección se da una nueva vida, un retorno a la vida anterior como los ejemplos citados, o para vida eterna. Solo Dios tiene dominio sobre la vida y la muerte. 1 Samuel 2:6: “Jehová mata, y Él da vida; Él hace descender al Seol, y hace subir”.

5. REDARGÜIR: La Biblia sirve, entre otras cosas, para redargüir. 2 Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia…”.

La Palabra tiene muchas enseñanzas, mandamientos y doctrinas que nos hacen auto-corregirnos, nos amonesta con el fin de enmendar nuestra mala conducta.

6. REFUGIO: nuestro refugio es Dios. Salmo 61:3: “Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo”. En Dios confiamos para fortalecernos de todo lo que nos sucede porque sabemos que Él nos cuida, nos guarda, nos resguarda ante cualquier amenaza, peligro o situación desfavorable.

7. REGENERACIÓN: este término bíblico se refiere al nuevo nacimiento, a nacer de nuevo, un cambio radical en nuestro ser que el Espíritu Santo realiza en el ser humano, cuando habiendo oído y creído la Palabra, recibimos a Jesucristo como Salvador y Señor de nuestra vida, para ser semejantes a Cristo.

Tito 3:5b: “… por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”.

8. REVELACIÓN: la revelación es la comunicación de Dios con sus hijos. Dios revela (= descubre) su voluntad, pone de manifiesto una verdad oculta o secreta. Dios se descubre a sí mismo en las Escrituras con el propósito de que su pueblo pueda conocerle, amarle, servirle, glorificarle, obedecerle, etc.

Sus palabras, sus hechos, todas las cosas que Dios ha querido tratar con nosotros ha sido para que tengamos una relación con Él. Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, no todo está revelado. Dios se ha dado a conocer para que descubramos sus atributos, su gran amor, su gracia, su misericordia, su justicia… Efesios 3:3-4: “Que por revelación me fue declarado el misterio… lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo”.

9. RESTITUIR: es el proceso de que cada individuo vuelva al estado de origen, recuperar nuestra identidad, aquella que Dios nos dio en el principio y que por el pecado ha sufrido un proceso casi irrecuperable, sino fuera porque Dios está interesado en que volvamos a Él. El Señor quiere nuestro acercamiento, el restablecimiento y la recuperación de la comunión inicial con Él. Significa reconstruir, reparar lo dañado, aquello que está destruido o deteriorado. Volver a construir. Isaías 1:17: “Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”.

10. RECTITUD: es un atributo esencial del carácter de Dios. La justicia de Cristo incluye su santidad. La rectitud de la ley es aquella obediencia perfecta que la ley exige, la justicia de fe es la que se imputa al pecador que cree en Cristo. Para el hombre caído y pecador es imposible ser perfectamente rectos, pero somos instados a serlo. Miqueas 7:2: “Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres… cada cual arma red a su hermano”.

11. REPRENDER: es amonestar, exhortar, reconvenir. La Biblia nos llama la atención sobre muchas cosas como por ejemplo nuestra manera de vestir, de hablar, de preocuparnos por el prójimo, atender a los pobres, huérfanos y viudas, cuidar de nuestra familia… Debemos corregir nuestra actitud si está desaprobada por Dios. 2 Timoteo 4:2: “Que prediques la Palabra, que instes a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”.

12. RETRIBUCIÓN: es la recompensa por una buena conducta o el castigo por una mala acción. La retribución para aquellos que no creen a Dios será una eternidad en el infierno; la del pecador arrepentido será una eternidad en el cielo. Hay un castigo eterno para los que no se arrepienten. Quienes rechazan el Evangelio serán castigados. Colosenses 3:24: “Sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia…”.

13. REVESTIDO: somos creados a imagen de Dios y debemos proponernos imitar a Dios. La ignorancia y la necedad son características en la gente pagana; nosotros como hijos de Dios, debemos renovar nuestro conocimiento. Que el Espíritu Santo nos ilumine para ser transformados. La imagen de Dios reside en nosotros y su gloria  debe brillar en nosotros. Que el Señor nos ayude a revestirnos de amor, justicia, sabiduría, bondad. Esa debe ser nuestra máxima aspiración. Colosenses 3:10: “ Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”.

El prefijo “RE” se añade al inicio de la palabra para modificar su significado. Puede ser por repetición (reproducir), intensificación (rebueno), negación (rechazar) o retroceso (retroceder).

Encontrarás subrayadas en todo el texto las palabras que empiezan por “RE”. 

Así que:

¡RECUERDA! y ¡REFLEXIONA!

Abigail Rodés. Septiembre 2022.

Publicado en: Reflexiones

Hospedaos sin murmuraciones

septiembre 7, 2022 by Abigail Rodés

“Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones” (1 Pedro 4:9)

“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga la ley” (Santiago 4:11)

La hospitalidad en la Biblia es importante. Era un honor servir, cuidar y albergar al extranjero. Y se debía estar preparado en cualquier momento para poder acogerlo. Negar u ofender la hospitalidad era una verdadera deshonra. “El forastero no pasaba fuera la noche; mis puertas abría al caminante” (Job 31:32).

“Ahora mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis y seguiréis vuestro camino… Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron” (Génesis19: 2-3).

Rechazar la hospitalidad se tenía como ofensa (Génesis 19:5-7).

En la Palabra tenemos varias exhortaciones y consejos al respecto. En Isaías 58:7 nos dice: “¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa?… 

Uno de los deberes cristianos es que practiquemos la hospitalidad (Romanos 12:13) y uno de los requisitos para los ancianos y diáconos es ser hospedador (Tito 1:8). 

La hospitalidad en los tiempos bíblicos incluía el saludo, la bienvenida, el lavar los pies, servir, proteger, dar de comer, un lugar para dormir y acompañar su salida. Tenemos un buen ejemplo en Abraham en Génesis 18. 

La hospitalidad se ejercitaba sin mandato ni decreto ni recompensas (Lucas 14:12-14) y era extensible a todo extranjero. Era un deber de alcance general. Asimismo la hospitalidad en el Nuevo Testamento desempeñó un gran papel. Jesús alababa la virtud de los hospedadores ya que él había sido alojado en varias ocasiones. 

La caridad, la misericordia, la piedad, se manifiesta en la hospitalidad. Es un don del Espíritu Santo y es necesaria: “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos sin saberlo, hospedaron ángeles” (Hebreos 13:2). Es un servicio al Señor.

“Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve?… Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve” (Lucas 22:27).

Jesús fue hospedado, pero también fue un buen anfitrión tratando espléndidamente a sus huéspedes y se ofrece a sí mismo como don: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir…” (Marcos 10:45).

La hospitalidad buscaba siempre satisfacer las necesidades del pobre o extranjero antes de que éstas fueran evidentes. En las Escrituras tenemos bastantes ejemplos de hospitalidad. Y era una gran seña de identidad de Jesús. ¡Debería ser una nota característica de todo cristiano! El invitar y dejarse invitar resulta de mucha bendición. Es una gran ocasión para conocernos, aunar esfuerzos y lazos de amistad, para bendecirnos mutuamente, nos ofrecemos alimento físico y espiritual. Es una buena manera de dar testimonio de Jesucristo a todos los forasteros y los no creyentes que vienen a nuestra casa. Manifestar con obras nuestra fe. Pero también es muy importante “hospedarnos sin murmuraciones” como cita el título.

Podemos dar consuelo en medio de pruebas y tribulaciones o persecución. Podemos agradecer bendiciones mutuas. Podemos repartir nuestro pan con el hambriento. Dar comida, vestimenta y alojamiento. Podemos orar unos por los otros, ministrar, servirnos en amor… pero siempre sin quejas ni murmuraciones, sin rencores, sin reñir… No debemos incomodar ni oprimir a nuestros huéspedes. Mostremos nuestra bondad de buena gana y con una mente alegre. En el texto de 1 Pedro 4:9 se nos hace una recomendación después de haber sido exhortados al amor y a ser buenos administradores de la gracia de Dios. El amor, y por ende, la hospitalidad, debe cubrir las faltas, las excusas, los errores, porque sino Satanás nos animará a provocar divisiones, discordias, burlas. Nuestro fin principal es aspirar a ser como Cristo, y darle a Él toda la Gloria. 

CONCLUSIÓN: Usa y practica la hospitalidad con frecuencia. Serás de bendición y también tu serás bendecido por otros.

    Judas 15-16: “los impíos son murmuradores, querellosos, andan según sus propios deseos, cuya

    boca habla cosas infladas adulando a las personas para sacar provecho”.

    Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,

   todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de

  alabanza, en esto pensad”.

Santiago 4:10: “Humillaos delante del Señor y Él os exaltará”.

Bendiciones.

Abigail Rodés. Septiembre 2022.

Publicado en: Reflexiones

¡Victoria!

septiembre 7, 2022 by Ferran Cots

Los mensajes de los profetas del Antiguo Testamento tenían casi siempre dos partes. Una de carácter negativo: la denuncia de algún pecado o actitud que necesitaba ser corregida, y una segunda parte positiva, la de la oferta de Dios para superar aquel problema, mediante los infinitos recursos de su gracia.

Aunque es correcto y necesario denunciar el pecado, a veces dicha denuncia puede provocar que caigamos en una especie de pesimismo espiritual, que no nos deja “levantar cabeza”, y nos lleva cada vez a simas más profundas de desánimo y pesimismo. Pero el cristiano es alguien que debe vivir en victoria (a pesar del dolor y el sufrimiento). Veamos algunos textos al respecto:

“… gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:57).

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5:4,5).

No es una victoria nuestra, personal, ya que si dependiera de nosotros nunca la hubiéramos logrado. Es una victoria conseguida por el Señor Jesucristo a un precio muy elevado y que nada ni nadie nos puede arrebatar. Consecuencia de esto es que debemos vivir en esa victoria, que no es otra que la victoria de nuestra fe, sin olvidar que la fe es un don de Dios. Así que, vemos que finalmente todo proviene de Dios. Otra consecuencia lógica es que no podemos vivir como si estuviéramos derrotados. El único que ha sido derrotado ha sido Satanás, y lo fue en la cruz del Calvario. Allí Cristo ganó la victoria, que hace extensible a todos los que en Él creen.

¿Que dice la Palabra de Dios sobre nosotros los cristianos?:

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:35-39).

El apóstol Pablo no deja lugar a dudas. Si hacemos nuestra la victoria de nuestro Señor, somos vencedores, y lo somos por medio de Él. Repetimos, nuestra victoria no ha sido conseguida por nosotros, no somos vencedores por méritos propios. Por ese motivo nada ni nadie puede apartarnos de Dios y de su amor manifestado en Cristo Jesús. Eso es una garantía más que suficiente, puesto que es el mismo Dios quien nos lo asegura, y Él es fiel y verdadero y cumple siempre sus promesas. Por ello recordemos en cualquier situación que somos más que vencedores. Algo que el mismo Pablo nos aclara:

“Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento” (2 Corintios 2:14).

Puede parecer un contrasentido que, en medio de las dificultades de la vida, podamos decir que nuestra vida es llevada en triunfo. La verdad es que sufrimos las consecuencias inmediatas de nuestro pecado, de nuestra rebelión contra Dios. Si nos fiásemos de nuestras fuerzas no podríamos ser vencedores. Pero quien nos lleva en triunfo es Dios mismo, en nuestro Señor Jesucristo, quien lo obtuvo para nosotros. Nuestra salvación no depende de nuestro estado de ánimo o de nuestras fuerzas físicas o espirituales. Depende única y exclusivamente de aquel que dio su vida por nosotros, para salvarnos eternamente y no sufriéramos las consecuencias eternas de nuestra maldad

Si, como hijos de Dios redimidos, tenemos la victoria en Cristo, somos más que vencedores por medio de Él y, como consecuencia, nuestra vida es llevada siempre en triunfo, debemos preguntarnos cuál es el resultado de todo esto. De nuevo es la Palabra de Dios la que nos habla con claridad:

“Estad siempre gozosos” (1 Tesalonicenses 5:16).

“… como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo” (2 Corintios 6:10).

“… gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración” (Romanos 12:12).

El gozo es algo inherente al cristiano. Ese gozo proviene de la seguridad de saber que Dios está cercano a nosotros. Que nos ha provisto de los medios para obtener la salvación y la vida eterna. Que toda esa seguridad reposa en su fidelidad, que es inmutable, por lo que no es algo que hoy se tiene y mañana no. Ese gozo, a través de la victoria obtenida por Cristo en la cruz, no puede ser apagado por nada, nos inunda con una sensación de paz que proviene del mismo Dios y nos da fuerzas para afrontar los problemas y las dificultades, por grandes que sean.

Caminemos confiados en la victoria del Señor, por la cual hemos sido hechos vencedores, llevados en triunfo permanente por nuestro Dios y Salvador. Experimentemos el gozo de la salvación y la esperanza de la vida eterna. Que el desánimo y el pesimismo no nos invadan; sino que recordemos que siempre tenemos a nuestro lado a nuestro Señor y amigo, motivo más que suficiente para estar siempre gozosos.

Ferran Cots, septiembre 2022.

Publicado en: Reflexiones

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